lunes, 23 de febrero de 2009

La voila! La voila!

Hoy estoy querenciosa. MUY querenciosa. Aaaaaaay, y es que, resulta, que bebo los vientos por una compañera que me trae loca, loca, loca.... Loooooca, loca del coño, vamos (Nunca mejor dicho). Ya coincidí con ella haciendo otra cosa y ya me gustó, pero es que ahora las circustancias han cambiado y me pone más, mucho, mucho más. No sólo se ha cambiado el look, es que la otra vez era una simple corista, como yo, y aquí es solista.... Y ya se sabe, la erótica del poder, y esas cosas que no me voy a detener ahora a explicar. Además, también, ¡Hace de mala! Ayyys, grrr... Me distrae, me distrae completamente, menos mal que durante el concierto me daba la espalda, sino... Hubiese cantao Rita.

Yo hoy quería hablaros de Vedettes, especialmente de Celia Gámez, que me terminé ayer su biografía y resulta que también le gustaba bajarse al pilón (Como a mí), pero M. T. me ha dejado exhausta y no puedo hablar de nada más que no sea ella, ¡De nada más!

Pido disculpas por esta entrada tan mediocre, pero no doy para más, en días como hoy, no doy para nada más.

Conclusión: Mi desviación no tiene ni cura ni enmienda.

1 comentario:

S. dijo...

La locura vaginal (o del coño) llena tu pensamiento de desviaciones necesarias para la vida... sigue desviandote, es justo y necesario! jejeje